El hotel Areias do Seixo, de 5 estrellas, proyectado por el arquitecto Vasco Vieira y decorado por Rosario Gabriel e Isabel Schedel, es un lugar mágico situado a menos de una hora de Lisboa, en plena naturaleza y junto al mar, a 5 minutos a pie de la playa de Santa Cruz. 

Un regreso a los orígenes, sin prisas, en un espacio en el que sentir es el verbo principal. El hotel cuenta con una excelente ubicación, al borde de las dunas de una playa salvaje rodeada de acantilados. El diseño de las habitaciones, los colores y sabores del restaurante y el relajante spa nos sumergirán en un torbellino de sensaciones únicas.

El hotel se alza en un lugar que respira armonía y en plena consonancia y respeto por la naturaleza. Es una unidad de baja densidad compuesta por originales habitaciones con decoraciones diferentes: de inspiración africana, india, marroquí, ambientes románticos, espacios en los que predomina el reciclaje de los materiales utilizados, rústicos, sofisticados…

En este increíble hotel, que sigue las pautas del turismo sostenible, podremos elegir entre cuatro habitaciones Love, cuatro Gold, cuatro Tree, cuatro Land, 4 villas con 3 habitaciones y un Townhouse con tres habitaciones.  Los baños destacan por su originalidad y exclusividad, tanto en los materiales utilizados como en la distribución de los espacios. 

En las Love Rooms, los baños se caracterizan por el uso del cemento pulido, que, en una de las estancias contrasta claramente con la madera de la encimera sobre la que se colocan los lavabos y que parece suspendida en el aire. Frente a la cama encontramos uno de los objetos decorativos y funcionales que es una constante en todas las habitaciones, la enorme chimenea de diseño. En el exterior, una pequeña cascada hace que el agua caiga directamente sobre una pequeña piscina, en la que podremos relajarnos y disfrutar de las increíbles vistas.

En los baños de las habitaciones,  el cemento pulido de las paredes y del suelo contrasta efectivamente con el acero de los accesorios y la grifería de pared en cromo brillo. Accesorios como las lámparas étnicas colgantes, las esculturas en madera…cautivan a los huéspedes, que ven como el exterior queda prácticamente integrado en el interior, como si fuera su prolongación.

En las Gold Rooms, las paredes con guijarros forman una combinación perfecta con el gris del cemento. En la habitación Prata, la chimenea sale al exterior y, junto a ella, podremos disfrutar de una ducha o un baño con cascada al aire libre. Algo que es común en la mayoría de las estancias, con bañeras, duchas y cascadas en el exterior.