El otoño acaba de llegar y, con él, una paleta cromática muy particular. Las pasarelas, como siempre, han marcado las tendencias que llegan en esta temporada. Naranjas, beiges y nudes, el blanco, los diferentes tonos de gris, el marrón tostado, el classic blue más calmado, el verde que llevó a su máximo esplendor Carolina Herrera o el triunfador y siempre socorrido negro que se renueva, como vimos en los desfiles de Yves Saint Laurent o Prada.
Nuestro vestuario se llenará de blusas blancas con chorreras, volantes y lazadas como las de Valentino, trajes masculinos, flecos, cuero, látex y efecto piel en desfiles como los de Loewe, los vestidos rojos, brillos y lentejuelas, los cuadros como vimos en el desfile de Dior combinados con prendas de punto como en la colección de Victoria Beckham y los abrigos extra grandes, las cazadoras ochenteras con hombreras, un elemento que vuelve con fuerza. También vuelve la tendencia cowboy con looks que incluyen faldas largas, blusas con amplias mangas y chalecos y que pudimos ver en la pasarela con Chloè. Y, a nuestros pies, las botas y botines consolidan su reinado en las más variadas versiones.
El mundo de la decoración no es ajeno a las modas y se llena de pinceladas de lo que nos traen los diseñadores y las marcas de moda más prestigiosas.